Innovar, lo que se dice innovar, es un hecho que parece no estar presente en la actual industria de teléfonos celulares. Al menos ese es el sabor que ha dejado el Mobile World Congress 2018 (MWC), la feria tecnológica más importante del sector en el año, clausurada el pasado 1ro. de marzo en Barcelona.
A la citada ciudad española asistieron casi todas las marcas importantes del mercado: Samsung, LG, Sony, Xiaomi, Huawei y Nokia, entre otras. Y digo «casi» porque Apple nunca se llega al evento, sino que realiza uno propio más avanzado el año. La mayoría de los presentes revelaron sus nuevos modelos de celulares… y dejaron un sabor agridulce.
Es que en términos de novedad esta industria parece haberse estancado, a pesar de las ingentes cantidades de marketing que despliegan las marcas para aparentar que los celulares nuevos son totalmente diferentes a sus predecesores. Hágase la salvedad, si cabe, para Samsung.
A ello hay que unir que no pocas marcas «copiaron» las características más notables del último modelo de Apple, el iPhone X, como su notch, un marco de aluminio incrustado en la parte superior frontal de un celular que es todo pantalla, presente en 11 modelos. Y, una vez más, el concepto de inteligencia artificial (IA) fue sobrexplotado de forma errónea.
Luces en el caos
A pesar de no tener muchos avances, en medio de la avalancha de móviles llegados al MWC varias propuestas se destacaron de entre las presentaciones realizadas por las marcas.
Resaltó así el concepto de reconocimiento de objetos y personas incorporado en la cámara fotográfica del nuevo LGV30s ThinQ, una versión mejorada del LGV30 presentado el pasado año.
La tecnología —que también la incorpora Huawei en su Mate 10— opera a partir de reconocer el entorno. El celular es capaz de proponer al usuario el mejor momento para tomar una fotografía. Este sistema de reconocimiento permite también obtener datos de compra de los productos en establecimientos comerciales.
Sin embargo, es un error pretender que esta característica sea inteligencia artificial, pues más allá de conocer lo que le rodea a partir de un software programado al efecto, el sistema no aprende nada, y mucho menos evoluciona, cuestiones importantes en el concepto de IA.
En la misma línea, Alcaltel presentó sus tres nuevos modelos de celulares, seriados con los números cinco, tres y uno. Cinco es el terminal de la gama alta de la empresa, con un diseño convencional, en el cual se destaca su cámara frontal de 13 megapíxeles, algo que hará las delicias de los fanáticos de las selfies.
Nuevamente Nokia jugó con la nostalgia, y entre los cinco celulares que llevó al MWC trajo el mítico 8110, famoso por su aparición en el filme La Matrix. De color amarillo o negro, este celular «retro» ahora es compatible con las redes 4G y permite descargar aplicaciones de Google, Facebook y Twitter. De acuerdo con las webs especializadas que cubrieron el evento, se desconoce si será vendido en América Latina.
Entretanto, Sony renovó el diseño de sus terminales y presentó dos modelos: Xperia XZ2 y ZX2 Compact. Los celulares integran pantallas de 5.7 y cinco pulgadas, según la web oficial de la empresa, y sus cámaras permiten grabar videos en resolución 4K de alto rango dinámico.
Como en la mayoría de los teléfonos Android, el lector de huellas se trasladó a la parte trasera, y Sony incorporó la posibilidad de carga inalámbrica.
Acaso la marca que más impresionó fue Samsung, con su nuevo buque insignia: el Galaxy S9+ (también presentó el S9, un poco más pequeño). Este nuevo celular viene con una pantalla de 6,2 pulgadas, la más grande del mercado, y mantiene la misma línea de diseño de sus predecesores.
El cambio más radical se introduce en las cámaras fotográficas —así, en plural—, ahora de apertura variable, unos altavoces estéreo, el uso del procesador Exynos 9810 —el más potente del sector—, y su introducción en el mundo de la realidad aumentada.
Si Apple presentó en 2017 en su iPhone X a los Animojis —emoticonos animados—, Samsung no quiere ser menos y en el MWC dio a conocer AR Emoji, algo que la compañía sudcoreana definió como la transición natural de los emojis de las dos a las tres dimensiones.
AR Emoji crea una versión digital del propio usuario. La diferencia con Apple es que mientras este registra su cara para detectar expresiones y aplicar una máscara por encima, AR Emoji crea un modelo en 3D del rostro humano y graba hasta 18 expresiones para un uso posterior.
El cambio es importante hasta desde el punto de vista sociológico, pues tanto Apple como Samsung han comenzado a desandar el camino de la comunicación en tres dimensiones que, aunque a nivel básico, muestra el potencial de un mercado que hasta hace apenas un año no existía: fue creado por la propia evolución tecnológica.
Mirando al futuro
Si bien ahora mismo los teléfonos inteligentes no presentan cambios sustanciales con respecto a los que hemos visto en los dos últimos años, algunas tendencias mostradas en el MWC señalan cómo podrían evolucionar a corto plazo.
Estos dispositivos, que además de ser teléfonos se caracterizan por integrar múltiples funcionalidades, parece que serán capaces de sumar muchas más. Por ejemplo, las órdenes de voz. Así, los asistentes virtuales serán los encargados de encender equipos electrodomésticos como televisores y lavadoras tras un comando del usuario, y hasta podrían revisar los alimentos almacenados en el refrigerador.
La era de Internet de las Cosas, en la que todos los equipos incorporan sensores, permitiría que las funcionalidades descritas sean sumadas de forma eficiente a los celulares.
La gran revolución, sin embargo, se espera en las redes de conectividad móvil, que entrarían en su quinta generación (5G). En el MWC se realizaron demostraciones de sus prestaciones, y se probó que dicha conexión permite descargar una película en resolución 4K en unos pocos segundos.
La red 5G contribuirá también a hacer realidad la promesa de ciudades más inteligentes, así como el despliegue masivo de carros autónomos. Estos últimos procesan masivas cantidades de datos en sus desplazamientos y necesitan de este tipo de conexión.
A pesar de ser nuevos modelos, los celulares no han tenido innovaciones significativas en algún tiempo. Foto: Pinterest.
Según el gremio de operadores móviles GSMA, impulsor del MWC, las redes de quinta generación se comenzarán a desplegar a partir de 2020, principalmente en China y Europa. Su destino quedaría definido en octubre de 2019, durante la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, cuando se conocerá sobre qué bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico operarán estas redes.
Un ganador ausente
Mencionamos que Apple nunca asiste al MWC. La compañía de Cupertino, Estados Unidos, se ha desmarcado de forma constante del evento, alegando que no es importante.
Lo irónico es que GSMA entrega cada año premios durante el congreso que se realiza en Barcelona, y en esta edición el lauro al mejor móvil de 2017 recayó en el iPhone X.
En esta suerte de premios Oscar de los móviles, la edición de los Global Mobile Awards 2018 (Premios Glomo), vio a Apple destronar a Samsung, aunque no había nadie para recoger el premio.
Samsung Galaxy S9 Plus. Foto: Pinterest.
Relata El País que Huawei fue premiado como la mejor infraestructura de red móvil, mejor avance de la tecnología móvil, mejor software de red y mejor autenticación móvil y solución de seguridad. Por su parte, Samsung fue galardonado por su solución Samsung Pay, de pago por móvil, y por sus gafas de realidad virtual Gear VR.
Otros premios recayeron en la británica Bristol como mejor ciudad inteligente del año; Bragi por el mejor weareable (dispositivo usable) del año: sus auriculares inalámbricos Dash Pro; Netflix, por la mejor serie del año: Strangers Things; y Kabam por el mejor juego para móviles: Transformers: Forged to Fight.
Fuente: Juventud Rebelde
